Música, luces, alcohol, fiesta, tercero de secundaria, último año, des-con-trol. 
Ponerse en pedo mal. Tomar hasta más no poder. Deshinibirse e ir en busca de eso que tanto querés, la razón por lo que esperás toda la semana a que sea sábado. 
Sí, lo hice. Miles de veces. Hasta el punto de no poder pararme, ni respirar, ni reconocer a la gente.
Lamentablemente, así como gracias a tomar pasé noches súper divertidas con mis amigas, el alcohol me sacó muchas cosas también. Personas. Momentos que pasan sólo una vez. Hice cosas que sobria nunca habría hecho, no fuí completamente ROMINA en situaciones que me hubiese encantado serlo.
Aprendí que no sos más vivo si tomás más, o estás más en pedo que la otra persona. Ser más "vivo" tiene que ver con animarte a hacer lo que querés, estando sobrio. No es factor esencial al momento de pasar una buena noche, de divertirte. 
Si me preguntaban meses atrás, no tendría en mente estar como estoy hoy. 
Parecerá de ortiva, de vieja, de aburrida, usen el término que les guste más. No digo que no voy a tomar nunca más, sino, como repito a veces, tengo cierto resentimiento respecto al tema. 
Ahora quiero ser conciente de todo lo que hago, no tirar todo a la mierda por una noche "divertida" y después llorar todo un mes. Realmente hoy estoy bien así, creo que no tengo la necesidad de volver a recurrir al alcohol para hacer lo que quiero y precisamente creo que ese "resentimiento" del que antes hablaba, es el miedo a volver a perderlo todo otra vez.