jueves, 4 de noviembre de 2010

Como un punto suspensivo, como la pieza del puzzle que jamás encontré, como esa sonrisa perdida,
como esa nota que jamás leí, como la melodía que nunca terminé, como ese dibujo que borré mil veces
para no terminarlo jamás, como un tono raro al hablar, como lo dulce del azúcar, como un autoengaño de que todo está bien, como un paseo en  bicicleta, como el olorcito de la mañana, como el ruido mientras yo dormía y vos te ibas a trabajar, como helados y sonrisas compartidas, como picaduras que no pican más, como bromas cómplices a mamá, como almuerzos de domingo, como peleas y discusiones que terminaban en la nada, como miles de caprichos concentidos.
Como lo intangible de éste mundo. Con todo el odio y el cariño a la vez.
Así... me acuerdo de vos. Así te extraño y mucho más en estos días.

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