domingo, 10 de abril de 2011

 
En la vida, en las amistades, en las relaciones, en todo -básicamente- se dan los llamados “puntos de inflexión”, un hecho; un pensamiento; una noticia que nos marcó un antes y un después. Caer en la realidad de que no todo perfecto; que las personas no siempre son buenas, que hasta los mejores tienen defectos.

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