Cuéntame que harás después que estrenes su cuerpo,
cuando muera tu traviesa curiosidad.
Cuando memorices todos sus recovecos
y decidas otra vez regresar
ya no estaré aquí en el mismo lugar.
Volverás desde tu infierno, con el rabo entre los cuernos
implorando una vez más.
Pero para ese entonces, yo estaré un millon de noches
lejos de esta enorme ciudad.
Lejos de ti el mundo ya me da igual.















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